Nicaragua es considerada una de las joyas escondidas de las américas que hasta hace no mucho se ha dado a conocer al mundo entero. No es de extrañarse que el país de lagos y volcanes haya pasado desapercibido de la escena pública después de múltiples conflictos internos y problemas sociales. Pero ahora la historia es distinta, a pesar de no tener una economía perfecta muchas cosas han cambiado a mejor con el tiempo y otras han permanecido en su correcto estado, por ejemplo, el país es uno de los más seguros de latinoamérica y mantiene un crecimiento anual por encima del 4%.
El crecimiento del sector turístico ha venido acompañado de una creciente ola de inversiones vinculadas directa o indirectamente a la captación, retención y entretenimiento de los más de 1,400,000 turistas que están ingresando al país en años recientes, comparado con los cerca de medio millón que ingresaban hace unos 15 años. Todo ésto sumado a la fuerte inversión del sector público para promocionar y acondicionar los lugares que más atraen turistas en el país, como San Juan del Sur, las playas del Caribe, y muchos monumentos y ciudades históricas.
Las buenas noticias no paran de llegar, y el sector cada vez más se consolida como unos de los principales motores de empleo tanto directos como indirectos del país. El crecimiento se ha disparado a un 21,8 % respecto al último periodo y ha generado sólo el año pasado alrededor de 528 millones de dólares. Una de las claves en palabras del presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri, ha sido la aprobación de la Ley de Incentivos Turísticos, aprobada en en 2011 y que ha permitido desarrollar más de 220 nuevos proyectos y generar inversiones por alrededor de 418 millones de dólares.
El país se ha posicionado como una de las opciones más asequibles, seguras y atractivas de Centro América, de hecho buena parte del flujo de turistas provienen de otros países centroamericanos y ha demostrado tener la capacidad de acoger visitantes que buscan diversidad de servicios, que van desde turismo de lujo, hasta aventuras y jornadas ecoamigables.
Al aterrizar todo ésto al sector construcción, y en general, al plano inmobiliario. Nunca ha habido un mejor momento para invertir en el país, dado el crecimiento exponencial que ha presentado en el sector turismo y sus cada vez más reconocidos destinos, no cabe duda que queda mucho por explorar y que el país tiene mucho potencial a futuro para convertirse en la referencia regional en ésta materia.
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